La cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), celebrada en Vladivostok el 2 al 9 de este mes, se presenta como una oportunidad de cambio para Rusia.
La cumbre, en la que se ha invertido 21 mil millones de dólares y que reunirá a más de 500 importantes empresarios, se centrará en las medidas que ha de adoptar Rusia como presidente temporal del foro.
Entre sus prioridades se encuentran la liberalización del comercio y la inversión, la integración económica regional, el reforzamiento de la seguridad alimenticia, el afianzamiento de los sistemas de transportes y logísticos y el establecimiento de metas de cooperación para el crecimiento.
El Kremlin espera dar un nuevo enfoque a su política, que hasta ahora se ha limitado a Europa, para acercarse más a Asia, sobre todo a China, contemplada hasta el momento como uno de los más duros competidores. El comercio entre ambos países ha ido mermando con el tiempo y la relación ha sido cada vez más tensa. El cambio de política es todo un reto para Rusia, dada la superioridad numérica china en cuanto a población, PIB y medios.
“La recuperación socio-económica de Siberia y el Lejano Oriente ruso son prioridades para el país”, declaró el ministro de asuntos exteriores ruso Sergei Lavrov. Estas zonas, subdesarrolladas crónicas, están siendo despobladas a ritmos alarmantes.
La cumbre, celebrada por primera vez en Rusia desde que entrara a formar parte del grupo en 1998, dará comienzo con un discurso del presidente, quien también le pondrá el broche final.