Martín Buzzi, gobernador de la provincia argentina de Chubut, anunciaba esta semana la caducidad anticipada de dos contratos de concesión a YPF para la explotación de los yacimientos petrolíferos, El Trébol-Escalante y Campamento Central-Cañadón Perdido, cuta concesión expiraba en el 2017, pero se ha adelantado alegando incumplimiento de los objetivos de inversión.
Los argumentos esgrimidos por el ejecutivo de Chubut han sido contestados con una lista de cifras que los contradicen. La salida de estos yacimientos en los que YPF es propietaria de un 16% no será inmediata sino que habrá un periodo de entre 60 y 90 días para la transición a su control estatal.
Así mismo en la vecina provincia de Santa Cruz, YPF pierde el contrato de otros dos yacimientos, Los Monos y Cerro Piedras, que representan apenas el 0,003% de las posesiones de la empresa, según fuentes del mercado.
Hasta ahora, la pérdida de estos contratos no ha ocasionado graves daños a la petrolera, pero el miedo está en que este fenómeno se generalice produciéndose un efecto dominó, ya que el Gobernador de Santa Cruz insinuó que eso podría ocurrir en su provincia donde la petrolera opera 16 yacimientos y es propietaria de los ismos al 54%.